Con una tasa de crecimiento prevista del 18,8 % hasta 2030, el mercado de la logística digital está preparado para expandirse pese a la incertidumbre global. Los cambios políticos y regulatorios generan tanto oportunidades como desafíos para startups y scaleups, haciendo que la resiliencia financiera y la adaptabilidad sean esenciales. Las marcas de este sector deben priorizar una integración fluida y una experiencia de usuario intuitiva, garantizando al mismo tiempo la estabilidad de sus sistemas ante las fluctuaciones del mercado.
Una identidad de marca sólida y creíble refuerza esa fiabilidad, transformando la fortaleza tecnológica en valor empresarial duradero.
La diferenciación de marca y una comunicación clara del valor tecnológico —ya sea IA, datos o automatización— son fundamentales. Ahí es donde el diseño y la estrategia marcan la diferencia.




